martes, 14 de julio de 2009

En boogie por la selva

Nos entró la loquera y decidimos tomarnos un par de días de vacaciones, para conocer un poco más de este maravilloso país en el que vivimos y también para divertirnos un rato. Nos fuimos a la selva, en esta super máquina llamada boogie, que con Anatoly al volante desarrolló velocidades casi supersónicas (para los que no lo sabían, Anatoly fue piloto de Formula 2 durante muchos años en San Petersburgo... no es broma!).




Como llovió fuertísimo la noche anterior, el camino estuvo lleno de charcos, así que acabamos como puercos llenos de lodo... fue divertidísimo! El paisaje está increíble, es verdaderamente un infierno verde (no se les ocurra perderse por ahí porque seguro se los comen). Y aquí fue a donde llegamos al final del viaje:

lunes, 6 de julio de 2009

El Top 10 de las entrevistas

Muchos de nuestros colegas artistas estarán de acuerdo con que los medios de comunicación masiva son absolutamente imprescindibles para el arte y la cultura, cuando de publicidad se trata (si no, cómo se va a enterar la gente de los conciertos, festivales, exposiciones, y demás?). Las tradicionales entrevistas, antes y después de los eventos, le dan una oportunidad al público de conocer un poquito más acerca de los artistas, acercarse a su lado "humano". Hablando un poco más en serio, le permiten al espectador ser testigo de una conversación que quizá tocará temas que le interesan, incluso fuera del ámbito de la música (o el arte en general), conocer sus puntos de vista y hacer sus propias deducciones.

A su vez, el sujeto entrevistado suele pasarla verdaderamente bien cuando encuentra en su interlocutor una persona abierta, bien informada, con interesantes ideas y originales puntos de vista. Pero... debemos confesar que más que una regla, lamentablemente ésta es casi una excepción, y muy rara vez se da ese momento mágico cuando la conversación fluye y el tiempo pasa volando. Hay veces cuando las personas de los medios de comunicación que vienen (o más bien los mandan) a entrevistarnos, ni siquiera saben a qué vinieron, no saben ni quienes somos ni qué hacemos, y es entonces cuando nosotros no podemos más que quedarnos con la boca abierta y voltear a vernos el uno al otro con cara de "Qué?!".

Estamos seguros que no nada más nos pasa a nosotros, y que nuestros colegas quizá tendrán una lista mucho más impresionante que la nuestra, pero sólo para reírnos un rato (bueno... nunca hay que perder el sentido del humor), hemos aquí las diez preguntas más desconcertantes que nos han hecho en entrevistas:

1.- ¿Está difícil el programa que tocan? ("Noooo... si está bien fácil, ¿que no nos viste hace ratito?").

2.- ¿Y tienen que ensayar... diariooo!? (Sin comentarios).

3.- ¿Cuál es su compositor favorito? o mejor aún ¿del programa que acaban de tocar, cual es la pieza qué más les gusta? (Al menos gracias por no decirle "canción").

4.- Variación de la pregunta anterior: ¿Quién es su pianista favorito?

5.- ¿Y por qué les gustó el piano? (Lo que sigue es una lucha interna por no contestarle "La verdad es que lo odiamos desde pequeños").

6.- ¿Qué sienten cuando están arriba del escenario? (Honestamente ganas de correr tras bambalinas y luego buscar la salida de emergencia más cercana).

7.- A alguno de nosotros ¿Que opinas sobre la forma de tocar de tu compañero? (En serio, no es broma, nos lo han preguntado!).

8.- A Anatoly una vez le preguntaron ¿Cual es la diferencia entre Ud. y X artista?

9.- ¿Se ponen nerviosos cuando tocan? (De veras les interesa saber?).

10.- A Vlada, ¿Crees poder superar alguna vez a tu maestro?

Dicen que no hay preguntas estúpidas, que sólo hay respuestas estúpidas (sí, en gran parte tienen razón). Pero honestamente, surge el deseo de que nos pregunten cosas que a la gente que leerá, escuchará y verá estas entrevistas, verdaderamente le interesen, y que a lo mejor no podrán conocer de otra forma. Y si nos preguntan cómo nos llamamos, dónde nacimos, dónde estudiamos y dónde hemos tocado, mejor usen cualquier buscador de Internet y tendrán esa misma información al alcance de su mano.